Era un chico de pequeña estatura. Estudió varias cosas, entre ellas traducción e interpretación, pero no encontraba su lugar en el mundo. Su auténtica pasión eran los halcones. Tenía uno en el cuarto de baño de su casa y su padre lo alimentaba con pollos vivos (los halcones no comen carne muerta, tienen que cazar su comida). Al tiempo, nuestro protagonista encontró un trabajo que le venía a la medida: fue contratado por un jeque árabe para que cuidara de sus halcones en los Emiratos Árabes. Y así, con su trabajo de halconero fue feliz.
Cada uno tenemos nuestras rarezas y todos buscamos cumplir nuestro sueño, encontrar aquello que más nos llena en la vida. Ya veis que, por muy difícil que parezca, hay un sitio para todos nosotros, sólo hay que encontrarlo. Os deseo suerte en la búsqueda de aquello que os haga más felices.
Cada uno tenemos nuestras rarezas y todos buscamos cumplir nuestro sueño, encontrar aquello que más nos llena en la vida. Ya veis que, por muy difícil que parezca, hay un sitio para todos nosotros, sólo hay que encontrarlo. Os deseo suerte en la búsqueda de aquello que os haga más felices.