Sunday, March 04, 2007

Un limón y medio limón

Mi bólido blanco (un Opel Corsa con más de 10 años) empezó a hacer ruidos extraños de camino a casa. Abrí la puerta del garaje y comencé a bajar hacia los infiernos. Mientras, pensaba en que quizás debería plantearme un cambio de vehículo.

Primer sótano: color rojo. Segundo sótano: color azul. Tercer sótano: color verde. Finalmente, el cuarto sótano: color amarillo. Cuando empecé con las maniobras de aparcamiento me di cuenta de que había un limón en medio de la plaza de garaje. Un limón precioso y amarillo que hacía juego con las líneas de la cuarta planta. Estaba allí, encima de una mancha de aceite.

Aquello sólo podía interpretarse como un mensaje subliminal que me decía a gritos: "Cámbiate el coche y cómprate un polo".