La creadora de imágenes especiales, la que siempre me decía que fotografiara esas vivencias globosphéricas, estaba esperándome en la puerta de casa, dispuesta a darme un abrazo de reencuentro. Como no podía ser de otra forma, en aquel preciso instante, apareció él, más brillante y vivaracho que nunca, de la mano de un niño. En efecto, esta vez tampoco fue fotografiado.
Era hora de volver a casa. Esperé el ascensor cabizbaja y, cuando se abrieron las puertas, allí estaban ¡ELLOS! Estaba claro que querían alegrarme la mañana y habían decidido celebrar una fiesta sorpresa. Cuando bajé al portal, estaban por todas partes y eran de múltiples colores. Y sí, esta vez tengo pruebas.
Era hora de volver a casa. Esperé el ascensor cabizbaja y, cuando se abrieron las puertas, allí estaban ¡ELLOS! Estaba claro que querían alegrarme la mañana y habían decidido celebrar una fiesta sorpresa. Cuando bajé al portal, estaban por todas partes y eran de múltiples colores. Y sí, esta vez tengo pruebas.
3 comments:
Me alegro de que el cumple de Janina haya caído tan pronto este año ;-)
Te debo unas fotos.... lo de los globos tiene que ser algo mágico que te acompaña... ummm
¡Está viva!
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