Sunday, June 04, 2006

Asociaciones Sonoras

Nuestra vida es como una gran serie de ficción con banda sonora incluída. Cuando me levanto, siempre tengo en mente alguna canción que me acompaña en la ducha. Al salir de casa, suena algún éxito del momento en la televisión de la tienda de discos. Cuando me aproximo a mi garaje, escucho la melodía del violinista, acordeonista o guitarrista callejero. Y en el coche, simplemente enchufo la radio.

Todo el mundo asocia ciertas canciones a personas, momentos o pensamientos. Hay canciones como Man In The Mirror, Eternal Flame o Carrie que, a pesar de no estar relacionadas con ningún momento en particular, me evocan mi infancia.

Luego están las que yo llamo 'canciones de ventanilla' o 'canciones de viaje'. Son aquellas que escuchas en el coche o en el tren y te hacen pensar mientras miras por la ventanilla. Recuerdo los dos últimos tracks de la banda sonora de Gladiator, la oscuridad de los Pirineos iluminados sólo por los faros de un peugeot 206, el silencio de la noche y una sensación indescriptible.


Estos días estoy escuchando K's Choice. Conocí este grupo a través de una compañera de trabajo de mi estancia en prácticas veraniega. Nos enviaron a Toledo de 'viaje empresarial' con un coche de alquiler. Ella vive en Valencia y teníamos que salir pronto por la mañana hacia nuestro destino, así que me invitó a dormir en su casa.

Tampoco nos conocíamos demasiado, pero es una de esas personas con carácter abierto que conecta con la gente. Esa noche vino con su guitarra a la habitación donde yo estaba (un estudio lleno de pelis, discos y el ordenador) y me contó historias de su juventud a través de sus canciones; toda una demostración de sensibilidad. Al día siguiente, partimos rumbo a Toledo con el Opel Meriva escuchando varios cds. K's Choice era uno de ellos; es por eso que lo asocio a esta persona y a lo que me transmitió.

Con algunos tengo melodías, con otros cds enteros, espero que contigo pueda tener la banda sonora de una vida.



4 comments:

Mars Attacks said...

Turn the lights down low...

Qué entrada más bonita. Me ha dado mucho que pensar, ya que también tengo mis propios "greatest hits" al levantarme (y, curiosamente, son un resumen del estado de ánimo con el que afrontaré el día; "Somebody to love" si estoy melancólico, "Change The World" si optimista y con ganas de marcha, "Too much love will kill you" si me quiero morir...).
Ayer estuve hablando con una amiga acerca de un grupo antiguo que no conocía (los Credence Clearwater), y me dijo exactamente que eran canciones de "carretera", de las que ponen en las películas cuando el prota va viajando y pensando en su pareja lejana, o su familia, o sabe dios quién.
También están las canciones que me hacen recordar a mis mejores amigos; Sweet Home Alabama, Unfinished, Revolution (la de los Beatles), un reagge que años más tarde vuelve a aparecer (y a pegárseme), alguna de Ismael Serrano...
No concibo mi vida sin música. Y cuando la cosa se tuerce mucho, siempre puedo sentarme al piano y dejar que mi espíritu llore por mí. No sabría qué hacer sin eso.

Lo dicho, felicidades por la entrada, y por las imágenes. Ambas son preciosas.

Sofia said...

Siempre he querido saber tocar el piano para desahogar mis penas con los impactos de las notas resonando en mis dedos y mi cabeza.
Yo también tengo canciones para la gente especial, parece que somos animales demasiado...musicales :)

servidora said...

Sólo me asusto cuando no tengo música en la cabeza. Entonces sé que estoy triste.

La última vez me duró 5 meses. Es como si tuviera la cabeza vacía. Peor, me pongo la música muy alta como para que me "entre" y nada, como se suele decir me entra por un oído y me sale por el otro.

Pero ya vuelvo a cantar.

¿Sabes que lo de la ducha no es coña? En algún sitio leí que los cuartos de baño tiene una sonoridad especial gracias al mármol y eso. Y que grupos de jazz con pocos "posibles" hacían grabaciones en los cuartos de baño de los hoteles, a falta de estudios en condiciones...

Anyway, hay que vivir con música, si no te vuelves loco...

Unknown said...

Creo que al fin y al cabo, es una muestra característica de nuestra generación.

No sé si me podría denominar melómano con 200 discos en cds y 500 en el ordenador (32 GB) de variopinta y nada comercial música, pero estoy completamente de acuerdo contigo.

Lo más curioso de todo es que la música logra orquestar perfectamente cada etapa de mi vida.Y ahora me quedo con "Vivo" de Gustavo Cerati, pero cuando no hay canción apropiada en la cabeza, no hay nada mejor que improvisar una con una simple rima y unas cuantas palabras, te la metes en la cabeza y listo. ;)

No es tan difícil. Simplemente hay que intentarlo.

VIVA LA MÚSICA!!